Elcoya Producciones - MANOLO FERNAN - BIOGRAFIA II
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BIOGRAFIA II

 

FRAGMENTOS RESCATADOS DEL LIBRO “LA HISTORIA DEL CARNAVAL SALTEÑO”

 

“EL MANOLO FERNAN”



 

El homenaje al músico Manuel José Fernández conocido bajo el seudónimo artístico de “Manolo Fernán”. Nació el día 2 de Junio de 1.931, en la provincia de Tucumán, en la calle Lamadrid número 1.444 de esa capital. Su padre José Fernández Martín, español (ver lugar en España) 
http://maps.google.com/maps?f=q&hl=es&geocode=&q=36.9079921233,-3.09792570945&sll=36.907992,-3.097926&sspn=0.007138,0.013733&ie=UTF8&ll=36.907953,-3.098788&spn=0.007138,0.021887&t=h&z=16
  y madre Dolores Cámara de Fernández, tucumana, generaron una familia integrada por siete hijos, seis varones y una mujer.

Cuando nacieron los dos hijos mayores la pareja se trasladó hacia Salta: Quebrachal en un pueblo llamado “Gaona”, y donde compartieron con una gran comunidad de inmigrantes, españoles, italianos, las tareas de la agricultura. Desde allí la familia se trasladó a Campo Santo a un lugar llamado “el Sauce” para terminar recalando en “San Isidro” , alla por 1.935/1.936. Para entonces “Manolo” tenía cuatro años de edad, lo que significa que hacia 1.999, el músico cuenta con sessenta y cuatro años de “salteño”. Había cursado su escuela primaria en un viejo local escolar de Campo Santo que posteriormente fue convertido en sede policial. Tiempos en que sus pasos más se encaminaban hacia el campo a las tareas propias del “changuerío” que hacia las aulas.

Ya por entonces ponía de manifiesto una cualidad que con el tiempo sería fundamental en su vida de músico, su capacidad para memorizar, poseedor de un oído extraordinario y de una retentiva muy particular, su capacidad de “orejero” se había puesto de manifiesto en las aulas primarias para luego acompañarlo en los escenarios junto a su fuelle.

La vida en el Ingenio, le permitió sus pocos tiempos de aulas con los juegos infantiles y la música española que su padre rescataba de una vieja guitarra. La vida social y económica tenía un ritmo hasta agosto, luego todo entraba en receso hasta el próximo año, solo quedaba el personal reducido para el mantenimiento del ingenio y de las tareas rurales, por lo tanto el tiempo para las correrías era insuficiente, así acompañado de Erminio Liendro, cuyo padre aborígen era el único capaz de realizar trabajos de remiendos en la chimenea del Ingenio que no tenía menos de cuarenta metros de altura, con su amigo desarrollaban jornadas de “yusquiada”, juntar leña, tarea que no solo lo internó en el monte sino que le permitió contactar con el río que fue una de las grandes amistades que cosechó en su vida, pues es un pescador enamorado.

El Manolo Fernán, con muchos escenarios a cuestas, hoy, recuerda con afecto a su madre”…..era una excelente persona, noble, habilidosa para el trabajo manual, como éramos muchos en la casa….en los tiempos del Ingenio San Isidro, nos defendíamos haciendo flores con papel crepé, pantallas coloridas, para el Día de Las Almas, vendíamos coronas de flores y así recorríamos los lotes, rogando que no lloviera para que no nos estropeara el trabajo…”. Manolo es un hombre de rostro tierno, un hombre grande con mirada de niño y en diálogo esa mirada se enciende mientras habla de esas cosas lindas,  especialmente cuando habla de su querido hermano Roberto “El Beto Fernán” , que llegó a ser un verdadero triunfador de la música nacional, también conocido como “El Principe de la Canción”  “….era el menor de todos, el más mimado….yo no había percibido en él inquietudes musicales cuando vivíamos en la calle San Juan casi General Paz, y despues sobre esta última calle, alquilando piezas y casa de acuerdo a las posibilidades, allá por 1.948….anduvímos por muchas partes y me fui integrando a la barra de Los Pintos, Román, Los Serrudos, hasat que desembocamos en El Pasaje Santa Rosa 1.335 ….un día venía del centro y lo encuentro al Beto con el bandoneón en la mano, el no tocaba nada….lo que yo no sabía es que el desde hacía un tiempo en la casa de la familia Rodriguez, carpintero del barrio, cuyo hijo José que en la actualidad es Músico de Cámara, y con el cual Roberto y otro de apellido Soria habian formado un conjunto que le dieron en llamar “Los Rancheritos”….para sorpresa de yodos al poco tiempo actuaba en L.V.9 Radio Salta…. asi surgió, yo lo recuerdo con tanto cariño….una vez lo visite en Buenos Aires y lo acompañé en sus compromisos musicales…era un ídolo, increible hasta que por un accidente se nos fué…”

Manolo Fernán recuerda sus tiempo de comparsero, cuando integraba la comparsa del Ingenio cuyo Cacique era “El Patito Vargas Abraham”….las comparsas eran diferentes a las de hoy en día, en sus vestimentas, en sus cantos…me acuerdo que sabiamos cantar algo así como; “La zamba de Amaya no quiero que se vaya…no quiero que te vayas ni que me lleves, ni que te vayas con otro, sí que te quedes. Si la ingratitudes fueran de aceite, yo viviría mojado continuamente…” o de los tiempos cuando ya en la Capital Salteña, integrando la barra de La San Martín y Lamadrid se juntaba con el “Moto Diaz”, El “Yonsito” .

Una noche de carnaval sus compañeros de tarea lo invitaron a concurrir a la carpa. Debutó nada más y nada menos que en la carpa del famoso “Ciego Nicolás”,….era una casa modesta, tenía un palenque de diez o quince metros….Ver imagen (http://www.panoramio.com/photo/16425129 )se llenaba de gente….alguien hizo correr la voz que yo sabía tocar el bandóneon….de golpe el dueño de casa puso en mis manos un “Luis XV” que tenía teclados de palo…y parece que le ha gustado, pués a partir de ese día tocábamos y comíamos de lo lindo…”. Lo curioso es que Fernández no solo que era un orejero nato sino que improvisaba temas de todos los géneros”….al comienzo me costaba hallarle el ritmo a la cumbia…”. A diferencia de otros orejeros, nadie le habia orientado con respecto al instrumento a determinados temas, y en esas condiciones y en esos tiempos no solo tocaba en la carpa del “Ciego” Nicolás sino que también lo hacia en “El Infiernillo”, que otros llamaban “El Purgatorio” y que no pocos bautizaron como “El Quenco”. Todavía hoy recuerda a los integrantes de su primer conjunto El Flaco Apolinario Escalante, Paco Vidaurre, Pepe Cabrera, que era el hijo de doña Vitalia García, la dueña de “La Chichería El Alamo”, Carlos Palavecino. También recuerda a otros fuellistas que marcaron época en el historial de la música salteña como a Cayetano Saluzzi, Anachuri (padre), Arturo Carabone, Manuel Villafañe, manuel Duran, El Negro “Dios y la Virgen”, “El Coya Chuta” de apellido Crespo, Luis Gutierrez “El Negro”, Santos Rodriguez, Manuel Alarcón, “El Fiero” Arias, El “Negro” Vera, Felipe Contreras, Marcos Tames, el Payo Solá, Carlos Abán, Agustín Burgos, El Chango Erazo, Andrés Coro, El Cara i ´Mula, El Mocho Flores, El perico Rioja”….me acuerdo con cariño de Luna, el de la San Martín, cuyo hijo nos arregla los instrumentos…también me acuerdo de Saavedra…”. Toda una historia de hombres del bandoneón”…con algunos de ellos recuerdo haber compartido el escenario de La Chichería “El Alamo”, por ejemplo Don Felipe Contreras, Luis Gutierrez…tiempos en que el animador era Arturo Villani “Frangollo”…que cuando don Felipe estaba tocando levantaba la voz para decirle “Tóqueme el tango 9 de Julio, en sol menor, quiero bailar con mi novia…”. De esos tiempos y de ese lugar, El Manolo se inspiró para componer una cueca titulada “la Chichería el Alamo”.

 

 

 

Profesor MIGUEL ANGEL CASERES

Profesor FERNANDO G. CASERES

 

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